Da mucha rabia. Sobretodo porque esos asesinos serán justificados y lo que hacen minimizado por los “guardianes de la moral”. No soportan que la gente viva su vida como le de la gana (Sin hacer daño al resto) porque les gustaría decidir por nosotros. Supongo que porque en cada pequeña decisión, ponemos en cuestión su “verdad”.
Es decir, esa era la gente que decía que no merecía la pena que las mujeres estudiasen porque lo que “de verdad queríamos era tener hijos” y no hace falta estudiar para eso. Y mira, ahora más del 50% de los universitarios son mujeres. O que no había que darle a las mujeres el voto porque la política era algo “muy sucio” y nosotras éramos delicadas.
Los gays ponen en cuestión sus ideas sobre la “masculinidad” en las que se apoyan para oprimir a otros, sean mujeres u hombres con menos dinero/fuerza. Tan triste como eso.
Pero si algo nos ha enseñado el colectivo LGTBI es que se puede hacer una revolución bailando y con ideas, no sólo con violencia. Lo mejor que podemos hacer es apartarnos de esa gente tóxica y rodearnos de gente que merezca la pena. Ellos son los que sobran y no encajan.