Distopías presentes: Zombies y epidemias, lo que pasa si eliminas la sanidad pública

Elisa Mariño
7 min readMar 12, 2019

--

Aunque los zombies estén perdiendo audiencia son un género popular. Todos sabemos cómo funcionan. En algún momento los muertos empiezan a levantarse y comerse a los vivos. Salvo excepciones, los zombies son lo más igualitario que hay. No les importa que seas joven o viejo, hombre o mujer, el color de tu piel, rico o pobre, ni de quién te enamoras. Para los zombies sólo somos pedazos de carne caliente. Y si te muerden estás infectado, como cualquier virus.

De hecho, la infección y el contagio son la base del conflicto y del drama en las películas de zombies. Los infectados pasan por un ciclo en el que, al principio, parecen estar bien para después empezar a sentirse mal, tener fiebre y terminar muriendo, siempre en el momento más inoportuno y poder infectar a otros o justo a tiempo para sacrificarse heroicamente.

Los virus no discriminan

¿Y qué tiene todo esto que ver con la sanidad pública universal? Pues que muchas enfermedades infecciosas funcionan exactamente igual. Los virus no discriminan, aunque igual que en las películas de zombies, niños y viejos son más vulnerables. También serán los que contagien al resto de la familia. Como con los zombies, un virus no te va a pedir el DNI, la tarjeta del seguro privado o tu número de cuenta.

Una vez infectado, pasarás por un periodo de incubación en el que parecerá que estás bien para después ir empeorando. Este es el punto en el que la sanidad pública universal es clave. El virus zombie no tiene cura conocida, pero muchas de las enfermedades contagiosas sí la tienen.

Con la sanidad pública, a los primeros síntomas de enfermedad, se acude al médico. Cuanto antes te traten, más fácil suele ser curar las cosas y menos gente va a ser infectada. Dicho de otro modo, tratando un caso te ahorras diez. Porque lo que tienen los contagios es que son exponenciales.

El virus zombie no tiene cura conocida, pero muchas de las enfermedades contagiosas sí la tienen.

No es nuevo, las vacunas han logrado prácticamente erradicar algunas enfermedades que eran mortales. Lo que además es más rentable que simplemente controlarlas. Con esto en mente, cobrar por vacunar o negar un tratamiento a quien no tenga un DNI o tarjeta de la seguridad social sale mucho más caro que tratarles porque van a contagiar a otros.

La cantidad de casos no es el único motivo por el que es buena idea tratar una enfermedad a los primeros síntomas. Igual que en las películas de zombies, los primeros síntomas suelen ser leves y, para los que no somos médicos, la mayoría se parecen. Tos, fiebre, dolor de garganta o debilidad son cosas a las que estamos acostumbrados y que consideramos poco importantes. Un inmigrante ilegal no va a arriesgarse a que le devuelvan a un país en guerra, donde se muere de hambre o donde le van a matar por ser gay por un resfriado o una gripe. Pero hay enfermedades como la neumonía que se parecen al resfriado. Y hay distintos tipos de gripe, algunos de ellos mortales.

Llegados a este punto, incluso desde el punto de vista más egoísta y al que no le importa la vida de otros, sería mucho mejor tratar a cualquiera sin hacer preguntas a arriesgarse a que contagien a todos los que se crucen con ellos, sea en el metro, cuidando de nuestros ancianos y niños o mientras limpian nuestras casas.

sería mucho mejor tratar a cualquiera sin hacer preguntas a arriesgarse a que contagien a todos

Y seamos claros, las enfermedades infecciosas no son el único motivo por el que la sanidad pública universal sale más rentable. Aunque a nadie le gusta esperar en Urgencias, lo cierto es que si tienes un accidente, una reacción alérgica, un ataque al corazón o cualquier otra dolencia que requiere una intervención rápida, lo último que quieres es que te manden de vuelta a casa porque se te olvidó el DNI. O porque perdiste el bolso en un accidente de coche.

Si tienes un accidente lo último que quieres es que te manden de vuelta a casa porque se te olvidó el DNI.

E incluso para un cáncer, que no es contagioso, interesa que tengamos una sanidad pública universal porque es lo que impide que el precio de la sanidad privada se vuelva prohibitivo. En USA, donde la sanidad es privada, un cáncer es el orígen de toda la serie de Breaking Bad. Y ya hay quien plantea que el orígen de los zombies está en Walter White.

Tener un cáncer sin sanidad pública puede arruinarte

Bromas sobre zombies a parte, la idea de que un inmigrante ilegal que no puede pagarse un tratamiento del cáncer recurra a medidas desesperadas como el robo, no es descabellada.

Pero para los que crean que la pérdida de seguridad y la subida de precios no es para tanto, me gustaría plantear otro factor: la prevención.

Con un modelo de sanidad pública universal, la mejor estrategia para reducir costes no es privatizar o subcontratar, es la sanidad preventiva. La ley que prohíbe fumar en espacios públicos surgió cuando se dieron cuenta de que les costaba más caro tratar enfermedades derivadas del tabaco (Estimaban 433 por cada adulto incluyendo no fumadores) que lo que ingresaban con los impuestos del tabaco (283 por fumador). Como se puede ver, los números salen deficitarios.

La mejor estrategia para reducir costes es la sanidad preventiva

No es el único caso, la ley para reducir el azúcar en los alimentos, es porque les sale caro tratar la obesidad. ¿La reducción de la emisión de gases? Lo mismo. La factura de la sanidad obliga a los gobiernos a preocuparse de nuestra salud y que no tengamos que analizar la larga, larga lista de químicos en lo que comemos.

Seamos claros, puede que en el mundo real no exista una Umbrella que experimenta con virus zombie. Pero sí que hay farmacéuticas que tienen patentes y a las que les interesa que se contagie más gente porque así, tienen más clientes. Y tratamientos paliativos o de síntomas por no haber tratado correctamente heridas o dolencias (¿Quién no tiene en casa Ibuprofenos y paracetamol?). Igual que empresas a las que no les molesta contaminar o que les va bien echar azúcar y otras cosas a su producto porque, así se vuelven más adictivos (las patatas de mcdonald’s son un ejemplo). Los efectos a largo plazo en nuestra salud no les importan entre otras cosas porque, como nosotros, no se paran a pensar en ellos.

Hay farmacéuticas a las que les interesa que se contagie más gente porque así, tienen más clientes.

Pero reducirlos riesgos para nuestra propia salud no es el único motivo por el que una sanidad pública universal ofrece ventajas. La sanidad española es ya una de las mejores del mundo, pero ha perdido puntos. Casualmente tras años de privatización que “iba a hacerla más eficiente”. Aún así, va por delante de USA.

Uno de los motivos es nuestro sistema de donantes. Y ahí es donde los inmigrantes pueden devolvernos “el favor”. Cualquiera que haya donado sangre, sabe que te piden el DNI en un formulario que se rellena antes. Pero si mantenemos sanos a todos, nada les impediría ser buenos donantes. Si necesitas una transfusión de sangre o donación de médula, a tu cuerpo le va a dar lo mismo lo que ponga en un pasaporte del donante o que ni siquiera exista. Los inmigrantes no son zombies, su sangre no va a transformarte.

Si necesitas una transfusión de sangre o donación de médula, a tu cuerpo le va a dar lo mismo lo que ponga en un pasaporte del donante

Desde el punto de vista de eficiencia, tanto de resultados, calidad y esperanza de vida, como económica, un sistema de sanidad público universal es lo que mejor funciona. Imagino que aún así habrá quien se resista a ello por fé ciega en el sector privado. A fin de cuentas, en USA siguen defendiendo que la sanidad pública es comunismo y probablemente prefieran los zombies a los comunistas.

Normalmente, te harán el siguiente razonamiento: “el coste por paciente es menor en la sanidad privada”. Con coste por paciente se refieren al coste para la empresa, lo que ellos deciden gastar. Con procedimientos como la necesidad de que el seguro autorice pruebas y tratamientos que producen retrasos y que, muchas veces, no cubre el seguro. Gastan poco a costa de dar peor atención y negarte cosas necesarias.

Para entenderlo, imaginemos que existiera una cura para el virus zombie que sólo funciona si se administra en las primeras horas o días. Naturalmente la empresa que la patentase cobraría muy por encima del precio de coste con beneficios astronómicos. Tal y como Martin Shkreli, el hombre “más odiado de internet” hizo cuando multiplicó el precio de un medicamento de 13,5$ a 750$. Porque podía. La compañía de seguros lo cubre, pero sólo en determinados casos, porque han incluido cláusulas de “negligencia” para que “no te dejes morder”, como si alguien fuera a hacerlo por diversión o algo. O tal vez para cubrirse frente a pervertidos a los que les vayan las zombies sexi. De modo que cuando te muerden, necesitas que te autoricen la cura y mientras, te toca esperar. No sé vosotros, pero si tuviera el dinero, pagaría para ahorrarme esa espera que es, literalmente, vida o muerte. Para los que no lo tienen, el tratamiento podría llegar tarde y así, ya de paso, se lo ahorran. Sin embargo eso no lo ha vuelto más barato para el cliente final. Y como ya hemos visto en España, cuando la cosa se pone seria, la sanidad privada te deriva a la seguridad social. O en caso de USA, prepárate para hipotecar la casa.

Por mi parte lo tengo claro, si aparece un virus zombie, prefiero contar con un sistema de sanidad público que lo detecte rápidamente y monte cuarentenas que con un muro cutre que los infectados pueden escalar perfectamente. Sobretodo porque nunca sabes en qué lado del muro va a surgir el brote y en lugar de estar protegido, podrías terminar atrapado. No diréis que no os lo advertí.

--

--

Elisa Mariño
Elisa Mariño

Written by Elisa Mariño

Fiction is the art to tell lies to show truths. Politics is the art to use truths to tell lies.

Responses (1)