Menos toreros, más médicos

Elisa Mariño
5 min readNov 7, 2022
Sanidad en los huesos

El otro día (versión madrileña que como todos sabemos puede ser desde ayer hasta varios meses atrás), hablando con un amigo de derechas, descubrí algo inesperado: no tenía seguro médico privado. Si soy sincera, siempre había asumido que todo votante de derechas tendría seguro médico privado. Para mi, era una de esas cosas “evidentes”, ¿no?

Pues no, hay votantes de Ayuso que no tienen seguro médico privado. Lo irónico es que pese a votar a la izquierda por priorizar la sanidad y la educación pública, yo sí que tengo seguro médico privado desde que empecé a trabajar. Y lo tengo porque lo considero prevenir, porque en Madrid la derecha lleva ganando desde hace décadas y la despriorización de la sanidad publica frente a cualquier cosa inaugurable viene de lejos.

Total, que podría dramatizar y decir que me quedé en shock, pero la verdad es que simplemente me sorprendió que haya votantes de derechas que no sean conscientes de qué priorizan con su voto. Es decir, si votas a un partido que sistemáticamente reduce los presupuestos de sanidad para bajarte impuestos, dar dinero a los toros o realizar macro operaciones inmobiliarias, será porque piensas que no necesitas sanidad pública ¿no? Vamos, que asumía que era porque tenían seguro médico privado y, por tanto, creen que no necesitan la sanidad pública.

Pues resulta que no, hay un perfil de votante de derechas que cree en los presupuestos “mágicos”. Algo así como el “donde comen 4, comen 5” y ya iremos tirando “de algún modo”. En sanidad eso se traduce en que te va a tocar esperar más y es bastante posible que no tengas un centro de urgencias con personal porque lo han reasignado al Zendal o vete a saber dónde.

Y es que el “donde comen 4, comen 5” sólo funciona en las familias gallegas, donde de todos modos habían cocinado comida para 8 porque siempre estás delgado. Vamos, que salvo que te sientes a una mesa en la que siempre sobra comida, si repartes lo mismo que era justito para 4 entre 5, lo normal es que te quedes con hambre. Y el Zendal ha sido como comprar una nevera nueva, pero sin comprar también comida con la que llenarla. Han sacado la comida de la vieja nevera, pero no hay más.

Total, que la sanidad pública madrileña ya tenía unas listas de espera largas antes de la pandemia y la cosa ha ido a más. La solución “fácil” para acortar eso, siempre ha sido el seguro médico privado. O si se trata de comer, ir ya comido de casa, haber picado antes (de tu bolsillo, eso si).

Pero aún queda gente que pensaba que había abundancia. Esos no han contratado el seguro médico privado y son los que se enfadan, cuando les toca esperar o tienen mal servicio. Creo que, desde su perspectiva, si la cosa no llega, no es porque hayas priorizado gastar el dinero publico en toros, en construir la ciudad de la justicia (que sigue sin uso), presentarte varias veces a las olimpiadas, desarrollar la operación Chamartin (Madrid nuevo norte) o bajar los impuestos (que viene a ser decir que te sobra presupuesto). No, para ellos si la sanidad publica no llega, debe ser porque “no hay dinero” y “nadie lo habría hecho mejor”.

La cosa es que si no bajas los impuestos tienes un poquito más de presupuesto. Si no te hubieras presentado a las olimpiadas o montado lo de las juventudes del papa, tendrías menos deuda. Y tal vez no sea el momento de construir la ciudad de la justicia cuando has descartado los planos mega caros de Norman Foster porque la operación ya fracasó una vez. Igual que puede que si en lugar de aumentar las subvenciones a los toros, contratas más médicos y enfermeras, se redujeran los problemas de las urgencias. Nada como tener dos médicos en lugar de uno para esperar menos.

Supongo que por eso hay votantes de Ayuso que se enfadan y agreden a los médicos, porque se creían que había abundancia. Pero lo mismo esos votantes deberían plantearse el contratar un seguro médico privado y olvidarse de las urgencias.

O bien cambiar su voto a partidos que prioricen la sanidad pública que, mucho me temo, son los de izquierdas. Aquí cabe destacar que lo que se resentiría si sale elegida la izquierda son los toros o las subvenciones a la iglesia, particularmente a colegios concertados religiosos. La izquierda también prioriza y deja cosas de lado, es lo que hay. Tampoco reducirían lo que se paga de impuesto de sucesiones, claro. Una cosa por otra.

O también pueden autoconvencerse de que “están a dieta”, que esperar más en urgencias les hará más fuertes y eliminará a los débiles (viejos y niños). ¿Quién sabe? Lo mismo es que estamos en plena “operación bikini” de nuestra sanidad y si se mueren los viejos, ¡se recorta el gasto en pensiones!

Lo que tengo claro es que seguiré pagando mi seguro privado porque mi confianza en la gestión de la sanidad por parte de Ayuso es nula. Y si, sé que eso es lo que ella quiere, dar negocio a Quirón. Pero al final del día, si estoy enferma o tengo un problema de salud, no me la voy a jugar.

Y mi petición a los que votaron a Ayuso y piensan volver a hacerlo: sé coherente con tu voto. Contrata un seguro privado y no te quejes si en las urgencias de la pública pasan de ti. En su lugar, puedes ir a los toros, la iglesia o los bares. Lo que no tiene sentido es que agredas a los médicos (física o verbalmente), porque eso sólo conseguirá que se cojan una baja y haya aún menos personas para atendernos.

Y otro aviso, la sanidad privada es como esos restaurantes Michelin que te ponen comida exquisita en raciones ridículas. Estará muy bueno, pero o te dejas una pasta o te vas a quedar con hambre.

Votar es priorizar. Yo por mi parte lo sigo teniendo claro: menos toreros y más médicos, menos iglesias y más urgencias. Y no me escucharéis quejarme de que no hay corridas de toros o que hay pocas misas. Ahí lo dejo.

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Elisa Mariño

Fiction is the art to tell lies to show truths. Politics is the art to use truths to tell lies.