Monopoly Madrileño: Expropiaciones, privatizaciones y desahucios

Elisa Mariño
3 min readMar 23, 2021

Como la mayoría de la gente sabe, el derecho a la vivienda digna que aparece en la constitución es uno de esos artículos convenientemente ignorados por los partidos “constitucionalistas”.

Es lo que hay, todos esos derechos fundamentales que llevan la coletilla de “Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho” suelen ser interpretados como “la constitución es magia y si lo pone ahí ya sucede”. Otro ejemplo de lo pone pero no se cumple es el de igualdad, pero sigamos con la vivienda.

Nuestra constitución dice esto: “regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”.

¡¿Cómo?! ¡¿Pero qué me dices?! ¿Qué los mismos que llevan años cambiando las leyes del suelo para liberalizar deberían haber impedido la especulación? Pues si, esa es la teoría.

Luego esta la práctica, que es que los que se llaman “constitucionalistas”, o no se han leído la constitución o la usan para limpiarse el culo. Ejemplo: venta de pisos de protección oficial por parte de Ana Botella a fondos de inversión por debajo del precio de mercado. A la señora Botella la han absuelto un tribunal puesto por su partido gracias a “tecnicalidades” y la venta de los pisos, Ayuso ha decido querellarse para no deshacer esa venta pese a ser ilegal. Y la letra pequeña, ahí había familias que han sido desahuciadas. Dicho de otro modo, ciudadanos madrileños que han perdido sus casas.

Pues en este contexto, Ayuso ha iniciado uno de sus eslóganes chachi. “Lleva un programa que fomenta la expropiación y la okupación”. Es decir, después de poner todo su esfuerzo en que 3000 familias de ciudadanos madrileños pierdan sus casas, azuza el miedo a que los “ciudadanos” madrileños a perder casas.

Me puedo creer que Pablo Iglesias quiera expropiar viviendas. Qué diablos, lo ha dicho, quiere expropiar viviendas a los grandes propietarios. Implícitamente está la parte de convertirlas en protección oficial, pero en eso se paran poco. Y ahora la otra parte que no se dice. ¿Quienes son los grandes propietarios? Pues el mayor propietario inmobiliario de España es, redoble de tambores. ¡La iglesia! O tal vez Blackstone. Y aquí, aunque a los liberales les duela el corazón, debo decir que ni la iglesia, ni Blackstone son ciudadanos Madrileños.

Si miramos qué otros agentes cortan el bacalao en tema de vivienda veremos que todo son sociedades. Las sociedades son personas jurídicas pero, de momento, no son ciudadanos.

Por lo que de cumplirse los sueños húmedos de Iglesias, quienes serían expropiados serían la iglesia y varios fondos de inversión, no ciudadanos.

Esas casas pasarían a ser viviendas de protección oficial. ¿Es buena idea? No esta claro. Probablemente bastaría con grabar y subir impuestos a las viviendas vacías de esos grandes propietarios, incentivando que las saquen al mercado para evitar ese coste.

Y luego está el asuntillo de “los okupas”. De toda la vida, los okupas se meten en vivienda vacía. No se les ve en casas donde hay gente porque entonces el delito es usurpación y no sólo les van a echar en 48 horas máximo, la pena es mayor. Dicho de otro modo, no les sale rentable meterse en casas de gente, les sale mejor meterse en casas de esos grandes propietarios.

En este punto diré que los partidos harán lo de siempre, intentar convencernos de que esto es una falsa dicotomía, el bien contra el mal, ¡comunismo o libertad! ¡Expropiaciones o propiedad! y así. Pero no, resulta que si la cosa va de tener vivienda digna y que las familias no se queden en la calle, lo mejor suele ser tirar por la vía de en medio.

Penalizar la vivienda vacía pero intentar no expropiar, ni privatizar y desahuciar gente.

En realidad, no es tan complicado. Y sólo para que conste, los gobiernos del PP también expropian cuando les interesa, sólo que no lo hacen para construir viviendas, lo hacen para construir carreteras.

Resumiendo: debería haber un contador de “metirijillas” al lado de la imagen de los políticos en la tele, porque ya no es que mientan, es que se creen sus propias mentiras…

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Elisa Mariño

Fiction is the art to tell lies to show truths. Politics is the art to use truths to tell lies.