Reverte es un Troll del Abecedario

Elisa Mariño
5 min readDec 13, 2022
Cuando disimulas tu falta de argumentos criticando la ortografía o gramática.

La palabra Sororidad no entro en la RAE hasta diciembre 2019, pero su primer uso fue en 1921, por parte de Unamuno, alguien a quien se reconoce buen uso del lenguaje hasta el punto de estar en el temario de lengua.

A la RAE le gusta decir eso de que limpia, fija y da esplendor, pero a los “señoros” les costó casi un siglo incluir la palabra.

No a todas las palabras les cuesta tanto ser aceptadas por la RAE, a veces hasta se las inventan ellos pese a que nadie las use. Ejemplo: Cederrón. No conozco a nadie que la use, porque todos dicen CD. Es como si se hubieran inventado Jotabé para cuando vas al bar y te pides el cubata. Es ridículo a más no poder pero ahí está.

La RAE acoge con alegría palabras como culamen o almóndiga, pero mientras que el matrimonio gay se aprobó en el 2005, la RAE no lo aceptó hasta septiembre 2019. Es decir, más de una década para “fijar” un uso que hasta tenía implicaciones legales. Absolutamente común y perfectamente comprensible para todos los hispanohablantes.

Reverte cree que si hubiera 41 académicas en la RAE tendrían que ser estúpidas para aceptar el lenguaje inclusivo. También que “Si una señora, a menudo analfabeta, me dice que debo escribir “todas y todes”, yo no puedo escribir un artículo así, porque eso me impide expresarme.”

Pues tengo noticias para él, hay muchos hispanohablantes que ya lo usan. Y el lenguaje inclusivo se usa de manera oficial en organismos institucionales. Eso es un uso habitual y que los hispanohablantes entienden perfectamente. Si la cosa va de reflejar los usos que ya suceden en el lenguaje, la RAE ya va tarde. Otra vez.

Por mucho que les joda a los señoros, las feministas que tan mal les caen son hispanohablantes. Y muchas son académicas, no analfabetas como dice Reverte. Pero resulta que igual que Unamuno necesitó una palabra equivalente a fraternidad pero para mujeres, las feministas necesitan el lenguaje inclusivo precisamente para poder expresar ideas sobre igualdad y desigualdad. Reverte y los otros señoros de la RAE no quieren dejarles expresarse. De eso es exactamente de lo que va el asunto, no les gusta que se hable de ciertos temas y si les niegan las palabras, no podrán hacerlo.

Y esa es otra palabra que aún no está: señoro. Tampoco están racializado, interseccional o misoginoir y, en general, muchas palabras que se usan para hablar de feminismo, racismo, homofobia y desigualdades varias.

El “señoras y señores, niños y niñas” ya se venía usando desde hace siglos en los espectáculos. No es nuevo. El “todes” tiene economía de lenguaje y es neutro. Te podrá sonar mal, pero resulta que palabras como “asín” están incluidas en el diccionario. O jonrón. O bluyín. Con eso no tienen problema.

Y a Reverte jamás le he visto criticar cómo hablaba Rajoy (o su versión 2.0 que es Feijóo) y eso que su versión alternativa de la gramática es directamente incomprensible. Ni cuando se popularizó el “un poquito de por favor” de aquí no hay quien viva. Lo que nos lleva a la pregunta lógica: Las criticas de Reverte al lenguaje inclusivo, ¿de verdad son para defender el lenguaje? Porque si fuera así, también tendría que haber destrozado a Rajoy, que era el presidente, y no lo hizo. O echado espuma cuando la gente empezó a decir “guapi”. Pero no, la RAE seguirá discutiendo sobre “brillibrilli” mientras ignora la conversación que ya se está dando sobre inclusividad.

Convenientemente no han incluido una segunda acepción de la palabra Casposo y eso que es un adjetivo que les dedican mucho.

Imagino que, tal vez por eso, tampoco haya una segunda acepción para “casposo” pese a que si digo que Reverte es casposo, todo el mundo sabe que no me refiero a que tenga caspa. El doble rasero que aplican según qué palabras y formas de hablar es evidente. ¿Pasaría con 41 académicas? Pues depende de si son tan retrógradas (pero queriendo ir de modernillos como con lo del brillibrilli o como cuando se inventaron cederrón) como los que hay ahora.

Lo que tengo claro es que si van a volver a esperar más de una década para incluir palabras y formas de expresarse que son de uso común, a lo que dan lugar es a que la gente busque las palabras en la wikipedia en lugar de la RAE. A fin de cuentas, si cuando busco en google la definición me la da wikipedia porque a la RAE no le sale de los cojones incluir una palabra, llegará un momento que si eso es frecuente, consulte directamente en wikipedia.

Eso pone en entredicho su propio diccionario. Dicho en plata, están perdiendo prestigio y fiabilidad por ideología. Si tu trabajo iba de ser una referencia en el lenguaje, ser sustituido por la wikipedia es un fracaso y no parece muy inteligente. Incluso podría decirse que es estúpido por su parte.

Particularmente porque por más que retrasen incluir palabras o acepciones, la gente las va a usar igual. Aunque en la RAE no se dieran por enterados, los gays se han estado casando. Y por más que Reverte aborrezca a las feministas, ellas insisten en demostrar sororidad adoptando nuevas palabras y el lenguaje inclusivo. No sé como lo verán, pero llegar con casi un siglo de retraso a algo no te hará parecer más culto, si no que recordemos el porqué de la segunda acepción de retrasado, aunque sea políticamente incorrecto.

Animo a Reverte a que, en coherencia con la imagen que quiere tener de defensor del lenguaje, le dé un repaso a Rajoy y a Feijóo. Que aquí la derecha está preocupadísima porque los niños catalanes no hablen bien el español, ¿pero qué diablos pasa en Galicia? ¿Cómo es posible que un ex-presidente y el presidente del PP peguen semejantes patadas a la gramática y al lenguaje? ¿Saben español en el PP? ¿Por qué usan las palabras con su sentido opuesto? Ejemplo: la libertad de Ayuso es prohibir el 8M y defender la ley mordaza, ilegítimo cuando ganas las elecciones, golpe de estado a ganar las elecciones. Podría seguir, pero creo que está claro. ¿Dónde está Reverte cuando se cometen esos ataques al lenguaje? Pues a saber, pero en Twitter no.

Molaría no tener que esperar una década para que dijese algo. Asumiendo, claro está, que la cosa vaya de defender el lenguaje y no de que le caigan mal las feministas. Hasta entonces, para mi Reverte es sólo un troll del abecedario, mucho acento aquí y coma allá, pero poca credibilidad.

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Elisa Mariño

Fiction is the art to tell lies to show truths. Politics is the art to use truths to tell lies.