Winter is coming
Casas caras + sueldos de mierda = Baja Natalidad
Cheque bebe de 500 euros, premio a las “super madres” de 16.000 (nota: te sale a 1600 euros por hijo, lo que no es tanto) y lloros-propaganda constante sobre el invierno demográfico, pero la natalidad no sólo no sube, si no que baja.
Es casi como si los jóvenes a los que los políticos de derecha insisten en considerar irresponsables, idiotas y fácilmente manipulables, siguiesen aquel viejo consejo dado por los padres de “no tengas hijos a los que no puedas mantener”. Alucina.
¿Quién había pensado que la gente esperaría a vivir fuera de la casa de sus padres y poder dar de comer a los hijos antes de tenerlos? La locura.
Pues claro que cae la natalidad. Para tener hijos hay que follar y para eso la gente necesita dónde. O lo que es lo mismo: independizarse. Y una vez que tienes el primero, necesitas una habitación propia.
Pero es que esto no es nuevo. Antes era aquello de “qué difícil es hacer el amor en un sin camil” y si había accidente, en casa de los padres como se pudiera. Ahora está la versión de pagar a duras penas entre dos el alquiler de un piso de 40% con una sola habitación (o loft) e ir tirando como se pueda. Lo de tener hijos ya, si eso. Y “si eso” es bien pasados los treinta, haciendo malabares financieros para llegar a fin de mes y mantener a un solo hijo, dos como mucho. Que lo de donde comen cuatro, comen cinco y “dios proveerá” lleva a la desnutrición, no al cielo.
Esto es lo que supuestamente intenta arregla el cheque bebe de 100 euros. Pero eso apenas cubre los pañales. ¿Qué quieres llevarle al médico? Probablemente tendrá que ser por la privada o por urgencias, que en la pública hay mucha espera. ¿Qué quieres guardería? 500 euros, tus 500 euros ya volaron y más te vale tener buen sueldo para todo lo demás. ¿Qué luego hay que mandarlo al colegio? Pues te va a tocar un concertado de los que piden “donaciones voluntarias” pero que si no las pagas putearán a tu hijo. Esto puede ser más de 500 euros, pero para cuando llegas a este punto las ayudas hace mucho tiempo que ya no existen.
Llegados a este punto conviene recordar que tener más de uno o dos hijos en un piso de dos habitaciones y 50–60 metros cuadrados supone que todos los niños compartan 9 metros cuadrados. Incluso con una litera que tenga debajo cama nido, el hacinamiento no es demasiado sostenible en el tiempo y a saber cuando y si pueden independizarse esos niños para los que no habrá plaza pública ni en FP.
¿Veis por donde van los tiros?
Pues las preclaras mentes de quienes lloran por el invierno demográfico fingen que es porque los jóvenes son egoístas irresponsables que prefieren irse de fiesta y viajar. Porque ya se sabe, si ahorras el coste de un macchiato caramel al día durante un año te da para la entrada de un piso bien. Y si te quedas el verano en Madrid, seguro, seguro, que hasta chalet en Pozuelo o un ático en retiro.
En fin, que con esa forma que tienen de hacer las cuentas, no me sorprende que siempre terminen pagando el triple, como con el Zendal y las mascarillas. Pero mucho me temo que para los que no somos amigos de Quique Sarasola, el tema de la vivienda sigue siendo caro y tener hijos para ricos.
Por eso, si eres de los que les preocupa el invierno demográfico, tal vez te interese votar a partidos que suban el salario y ofrezcan vivienda asequible. O si eso te parece terrible y de comunistas, al menos ten la decencia de no quejarte de la baja natalidad, porque si, tu lo elegiste.
Forzar a las mujeres a tener hijos que no pueden mantener además de una crueldad es una estupidez que sólo lleva a una mayor mortalidad infantil, no te va a solucionar la demografía.
A ver si así, explicado en términos simples la gente empieza a entenderlo. Y es que a los políticos se les debería hacer un examen que sea hacer un presupuesto para una familia de 4 con 2 sueldos mínimos, o con 1, si son de los que además quieren que las mujeres se queden en casa. Si no pueden cuadrar esas cuentas, deberían callarse.
Mi más profunda admiración a madres, padres y abuelos, son los auténticos (y sufridos) héroes en este circo.